Sin ánimo de desanimarte, Ramon, yo diría que la única solución posible, sin ejecutar aplicaciones de Windows o Linux, sigue siendo siendo usar VLC, pero sin acceso a los menús del DVD. Y no creo que la cosa cambie, el DVD está muerto, salvo para los coleccionistas. Tal vez la mejor opción sea tirar de ripeo (en mi época videofriki yo usaba MakeMKV17) y guardar los archivos en alguna ubicación en red o en Drive.

Pablo FelipCoordinación GEG Spain
TICnológicamente inquieto